SUEÑOS

Pues sí, hoy toca una de sueños, son las cinco y pico de la tarde y me he despertado de una pequeña y merecida siestecilla, la verdad es que estaba muy cansado, esta noche hubo trabajo extra y terminé a las tantas. Pero lo realmente importarte no es el sueño en el que me he visto envuelto, por cierto, muy plácido y agradable, en el que estaba rodeado de animales en una zona de monte muy cerca del mar, para de repente verme nadando en una pequeña cala rodeado de delfines y ballenas. No sé muy bien la causa de este sueño, pero pudiera ser que cuando me quedé rendido en el regazo de Morfeo, estaba viendo el canal Odisea y seguro que algún documental de animales estarían pasando por veinticincoava vez, ya que últimamente no dan uno inédito ni a tiros. En fin, como os iba diciendo, mi sueño transcurría entre el monte, la playa y el mar, y rodeado de agua - posiblemente la sensación de estar en el agua se debía a que estaba literalmente nadando en mi propio sudor; la temperatura hoy en Logroño es realmente alta - sea como fuere el sueño se iba desarrollando, con inusitada calma, jugueteando con un delfín juguetón que sin saber muy bien el por qué se convirtió en un perro y luego en una foca monje - sí, ya me imagino que pensarás que el que está como un monje pero ermitaño soy yo - en fin así fui ahondando más y más en el interior de mi sueño, buceando por recónditos mundos submarinos en una trama de lo más variopinta, cuando de repente, .... algo sobre comida..., una imagen de comida en mi sueño, ¿cómo era posible? ¿hambre?, pues no, hambre no tengo, quizás algo de sed, pero debido, con toda seguridad, a todo lo que he sudado y al deporte que durante el sueño he hecho. De repente ..... Caldo de paella Starlux....., y una serie de verbo a colación, ..., poco a poco resurjo del maravilloso mundo de los sueños, envolviéndome en la realidad que me rodea y que se apodera de mí, pero ............ no yo no quiero despertar, estaba tan agustito......, pero sí, me despierto y pienso, ¡puñetas!, alguien ha tenido que cambiarme el canal de televisión, turbando mi precioso sueño. Ahora, ya despierto, he resuelto que a partir del momento presente, cada vez que tenga que tomar una de mis siestas, me apoderaré del mando, ya que una persona trabajadora, bien se merece el mejor de los sueños sin ningún tipo de sorpresa, recordemos que la mano que tiene el mando es la mano que controla el mundo... , por lo menos el mundo de mis sueños.

Apertiñas.