sábado, 18 de julio de 2009

TENDIENDO PUENTES

Hace tan solo unos días en una localidad cercana, me atrevería a decir que era Villarriba, he visto una de las imágenes más insólitas de los últimos tiempos.

Cierto es que en más de un sitio he leído últimamente que "los Civiles" eran la institución más valorada por los españoles, pero lo que he visto, como os decía antes, me ha hecho saber el por qué de dicha afirmación.

Vamos al grano, pues como os decía hace unos días estaba en una de esas fiestas de pueblo, donde todos los vecinos se echan a la calle con su mejores galas, vienen los parientes que están fuera, la charanga toca melodías ancestrales, también conocidas como el "chunda-chunda", se va misa de las 12 y se comulga, las peñas sacan sus "ranchos" al barro, el pueblo es agasajado con la presencia del Presidente de la Comunidad, del Presidente del Parlamento, Diputados y Diputadas, Parlamentarios y Parlamentarias, el médico del pueblo, el farmacéutico, etc, etc, etc., por no faltar no faltó ni el enterrador.

Pues bien, en el impás de espera donde todos los grupos políticos del municipio, a pie de Ayuntamiento, con su máximo exponente - el Sr. Alcalde - esperan con atención y expectación máxima la llegada de la comitiva presidencial, se ordenan, primero los que mandan luego los socios de los que mandan, después los de la oposición - que para algo unos han ganado y otros no - y finalmente "los Civiles", los más fácilmente reconocibles por ese precioso gorro negro, por ese uniforme de color oliva que tan bien les sienta, por ese saber estar, por ese porte marcial, por ese... en fin... por que son los picoletillos y .... ¿quién no lleva un poco de picoletillo dentro?.

En fin, llega la comitiva, todo el mundo se predispone a recibir al primer mandatario autonómico, atusamientos de ultima hora, colocar bien la corbata, "coño" ese coche que no pare ahí que está reservado para el "Presi", nervios de última hora y...... de repente llega el cochazo, para delante del Ayuntamiento, sale el "Jefe", saluda, primero al Alcalde - que para eso es alcalde -, después a los que han ganado, luego a os socios de los que han ganado, seguidamente a los de la oposición - que por algo han perdido y ya se sabe - y después .... después nada, de "los Civiles" no se ha acordado "NI DIOS", no obstante ellos allí con porte marcial, su uniforme impoluto, su gorro negro, sin apenas inmutarse mantienen la compostura - si hay que estar se está y una vez que se está se está de forma honrosa -.

Pronto se empiezan a observar ligeros "movimientos por la banda", el "Jefe" se desplaza hacia el lado del Alcalde y de los que han ganado, a continuación, en una maniobra envolvente se les une los socios de los que han ganado, quedando sensiblemente retrasados los que han perdido - que por algo las urnas han dado la victoria a unos y la derrota a otros - no obstante, se produce rápidamente un contragolpe de los que están en la oposición, que en un movimiento claramente defensivo se retrotraen a una posición de seguridad apartados del Alcalde, del Presí y de los que ganaron y los socios de éstos. A estas alturas uno ya se habrá dado cuenta que el Alcalde y los que ganaron, son de igual identidad política que el "Presi", que no es extensible a los socios de los que ganaron, que son de otra ideología y de seña política distinta, pero como tiene enganchados por los "mismísimos" a los que ganaron y sin la ayuda de los cuales no podrían haber ganado, pues ya se sabe.

Abreviando, que unos (los que ganaron) estaban a un lado y otros, los de la oposición (los que perdieron) estaban en otro, que por otro lado parece normal, estableciéndose una zona que podíamos denominar "de nadie", una zona libre de comunicaciones, donde se podía decir aquello de dios para todos y cada uno para si mismo, donde los de una parte y los de la otra, no se atreven ni a mirar, realizando un apartheid a la española y ... que triste... tan cerca y sin comunicación.

Pero que ahora sí, "los Civiles" aquellos que estaban relegados a un lugar olvidado, aquellos que sólo parecían estar para adornar, aquellos a los que nadie quieren cerca pero a los que todos recurren - que si me han robado, que si me ha insultado, que si me han aparcado delante de la puerta, que si mi niño no me come -, pues bien, esos con su porte marcial, con paso largo y vista corta, amigos de todos y de ninguno, que ni dan la razón ni la quitan, esos que sólo saben cumplir con su deber, pues esos se hacen con la "ZONA DE NADIE", entre ambos bandos y así como quien no quiere la cosa, comienzan a departir, con unos y otros, y poco a poco consiguen que los que estaban recluidos en una y otra zona, no les quede más remedio que girarse y primero ... un gesto afirmativo, luego una sonrisa, luego unas palabras, entonces en ese momento me dije "AHÍ SI QUE ME HAN DADO LOS PICOLETILLOS", ahora entiendo la causa de ser tan reconocidos por todos y a la vez tan odiados, he visto el poder de lo neutral, el poder del que no espera nada a cambio, el poder de la independencia.

He visto como por parte de aquellos que en un principio, no hacían más que decorar, como esos dos muñequitos de porcelana, esos floreros con vestimenta anacrónica, esos que en principio "no pintaban nada allí" eran los únicos que dejando a un lado las diferencias, políticas, sociales, económicas, doctrinales, dejando a un lado ideas preconcebidas y tópicos, han sido capaz de "TENDER PUENTES" no digo ya de entendimiento, pero sí de comunicación entre unos - los que ganaron- y los otros - los que pedieron -, sin menospreciar a los amigos de los que ganaron y sobre todo sin olvidarse que ellos -picoletillos- también eran pueblo, y por eso entre charlas y sonrisas con unos y otros, no dudaban ni por un segundo en hablar con los vecinos que por allí pasaban y saludaban a "los Civiles", introduciéndoles en el círculo de las "AUTORIDADES", que si por si acaso alguno no lo sabe el poder nace en el pueblo y es allí donde reside nuestra soberanía.

Pues lo dicho y... ahí queda eso.